Para la Iglesia Bautista Nueva Vida, el Primer Mandamiento y la Gran Comisión son la fuerza motora que los guía para cumplir su visión: “Amar a Dios, amar a los demás, alcanzar al mundo.”
Fundada en 1966, Nueva Vida (también conocida como New Life) es una congregación bilingüe que sigue predicando fielmente el mismo mensaje del evangelio, aunque su metodología haya cambiado. Esos cambios han dado grandes resultados, según el pastor Nelson Fonseca, incluyendo el bautismo de 34 personas en lo que va de año.
“Queremos que la gente venga a Cristo,” dijo Fonseca. “Los amamos y queremos que lleguen a conocerlo, no sólo a nivel local, sino también en todo el mundo. Es por eso que damos a las misiones, al Programa Cooperativo y apoyamos a los misioneros en diferentes partes del mundo.”
Fonseca fue elegido recientemente como pastor principal de Nueva Vida después de que el pastor David Galván anunciara su jubilación tras 40 años de servicio en la iglesia. Fonseca, hijo de pastor y nativo de Nicaragua, llegó a Nueva Vida en el 2006 mientras estudiaba en el Seminario Teológico Bautista del Suroeste de Texas en Fort Worth, completando una Maestría en Divinidad. Fonseca fue director de misiones y evangelismo y ha estado involucrado en el discipulado, pero describe el evangelismo como su “primer amor.”
“Un distintivo de nuestra iglesia es la oración y el evangelismo,” dijo Fonseca.
‘Donde está la gente’
Durante la semana, Nueva Vida no tiene servicios de adoración en el templo, sino que se reúnen en casas con un total de 47 grupos de crecimiento alrededor del área de Dallas. Según Fonseca, estos grupos son la principal estrategia de evangelización en Nueva Vida “porque es donde está la gente.” El propósito de los grupos se basa en Hechos 5:42, donde los seguidores de Jesús tienen dos objetivos: enseñar al creyente maduro a seguir aprendiendo de la Palabra de Dios, y tener un alcance evangelístico en aquellos que no han escuchado el evangelio.
“Hemos visto personas que no van o se sienten intimidadas para ir al templo, pero llegan a la casa de un hermano y llegan al conocimiento de Cristo,” dijo Fonseca.
El enfoque y la conformación de estos grupos varía, ya que están estructurados para familias, mujeres, hombres, solteros, niños y adolescentes. Cuentan con siete líderes regionales quienes proporcionan información actualizada sobre cómo se está llevando a cabo el trabajo a través de los líderes de los grupos.
"Hemos visto personas que no van o se sienten intimidadas para ir al templo, pero llegan a la casa de un hermano y llegan al conocimiento de Cristo. "
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Escuela dominical no convencional
Entre los cambios que Nueva Vida ha implementado, está un enfoque de discipulado sistemático en su enseñanza dominical. Todos los que llegan a Nueva Vida comienzan con el programa de discipulado “Nueva Vida,” que está diseñado para que los nuevos miembros comprendan los fundamentos del evangelio. Una vez completado, pasan a estudiar la obra clásica “Mi Experiencia con Dios” de Henry Blackaby, que busca que el creyente se fortalezca en disciplinas espirituales. A partir de ahí, el discípulo tomará la “Estrategia de Grupos de Crecimiento,” que es la “columna vertebral de la iglesia,” según Fonseca.
Después de completar esas tres clases de discipulado, que se ofrecen en semestres durante la primavera, el verano y el otoño, el discípulo podrá comenzar a estudiar otros temas enfocados en el crecimiento y la madurez de los creyentes y en ser comisionados para discipular a otros.
Alcanzando y orando
Nueva Vida también llevó la Escuela Bíblica de Vacaciones (EBV) fuera de los muros de la iglesia este verano, con 13 grupos que se reunieron simultáneamente en diferentes lugares como parques, apartamentos y casas de algunos miembros. La EBV se celebró de lunes a jueves, y el viernes de esa semana, los 13 grupos se reunieron en el templo para celebrar un día de clausura junto a la comunidad. Un promedio de 185 niños asistió por día, 161 voluntarios participaron y se registraron 34 profesiones de fe.
En Nueva Vida, la oración corporativa juega un papel importante y ha tenido un impacto en la congregación, dijo Fonseca. Durante más de 20 años, la iglesia ha celebrado una reunión de oración matutina a las 6 AM todos los días para orar por los enfermos, la iglesia, los ministerios y las misiones. Entre 10 y 12 personas se reunían regularmente para orar. Cuando las instalaciones de la iglesia cerraron debido a COVID, la reunión continuó por teléfono y llegó a tener entre 35 y 40 participantes, muchos de los cuales todavía se reúnen para orar.
“Nos hemos tomado la oración corporativa muy en serio”, dijo Fonseca, “y el Señor ha hecho grandes cosas.”