“Nuestro trabajo comienza al cruzar la calle”
En medio de una zona remota del oeste de Texas en donde la trata de personas y las drogas son rampantes, la Iglesia Bautista Immanuel sigue siendo de impacto en su ciudad y creciendo en la misión de Dios.
El pastor principal de la Iglesia Bautista Emanuel (IBI), Juan Carlos Rico, está guiando a su iglesia a mantenerse firme en el servicio a Dios y a la comunidad en donde la iglesia ha perseverado por más de 100 años, a pesar de los desafíos que enfrentan al estar en un lugar muy remoto y peligroso en donde abundan las drogas y la trata de personas.
¿Cuán remoto se encuentran? Actualmente, no hay ninguna iglesia de la Convención de los Bautistas del Sur de Texas que se encuentre más al oeste que la suya. Además, la IBI está más cerca de las capitales de Arizona y Nuevo México que de la capital del estado al que llaman hogar. Sin embargo, esto no ha impedido que la iglesia tenga un impacto en esta comunidad y en todo el mundo. Esta iglesia ha podido seguir sirviendo activamente a través de la SBTC y de otras obras misioneras locales e internacionales que ellos realizan.
Uno de los proyectos locales que ha ayudado a la iglesia a alcanzar a muchas personas en su zona es una escuela cristiana privada fundada por la iglesia hace más de 50 años. La Escuela Cristiana Immanuel sirve a unos 500 alumnos, lo que la convierte en la escuela más grande de la zona, y recibe a alumnos de 2 años hasta el 12mo grado. La escuela es uno de los ministerios más fuertes de la iglesia, ya que la consideran una herramienta de evangelización.
“Debemos aprender a llegar a otras culturas, pero lamentablemente nos limitamos, ya sea por el idioma, por la cultura o por querer llegar sólo a los que son como nosotros”.
J.c. Rico Tweet
La escuela “nos ayuda mucho a alcanzar a otros, a crecer y a defender nuestra fe por medio de la Palabra de Dios”, dijo Rico, quien también sirve como representante regional de la SBTC.
Cuando Rico comenzó a pastorear esta iglesia centenaria, dijo que se dio cuenta de que necesitaba un plan para innovar y poder resurgir. Una de las cosas que Rico ha observado es que otras iglesias en su área no están viendo crecimiento o incluso han cerrado sus puertas. Dice que cree que la IBI ha sido capaz de evitar esas tendencias negativas porque ha evolucionado, especialmente en la forma en que trabajan para alcanzar a otros. El mensaje del evangelio no cambia, pero según Rico, los tiempos cambian y las iglesias necesitan actualizarse para ser más efectivas.
“Buscamos hacer lo que es más cómodo para nosotros”, dijo Rico sobre la mentalidad que tienen muchas iglesias. “Debemos aprender a llegar a otras culturas, pero lamentablemente nos limitamos, ya sea por el idioma, por la cultura o por querer llegar sólo a los que son como nosotros”.
La IBI se considera una iglesia multicultural y orientada a las misiones. Hace un año y medio, iniciaron un culto en español que ya recibe a unas 60 personas. El lema de la IBI es “Ven a Cristo, Crece en Cristo y Ve por Cristo”, y bajo esta visión, la iglesia trabaja para traer a la gente a Cristo, discipularla y enviarla a cumplir la Gran Comisión.
Rico cree firmemente que el tamaño de la iglesia no debe impedir el cumplimiento de la Gran Comisión que Jesús dejó a sus seguidores. Para ello, dice Rico, las iglesias deben ser intencionales en enseñar y animar a la congregación cada domingo a que busquen alcanzar a otros. Es importante entender, añadió Rico, que la iglesia no es un club, ni un lugar de entretenimiento.
Su amor por servir y alcanzar a los perdidos comenzó a una edad temprana. Rico, quien es mexicanoamericano, dice que a pesar de vivir toda su vida en los Estados Unidos con sus padres y hermanos misioneros, asistieron a una iglesia en Juárez, México, durante su infancia y adolescencia. En esta iglesia, formó parte de equipos que servían y evangelizaban de casa en casa, lo que dio a Rico una pasión por el evangelismo. Hoy, esa misma pasión es el motor que lo impulsa a seguir sirviendo con su esposa Rosie, con quien lleva 30 años de casado, y sus cuatro hijos.
“Nuestro trabajo comienza al cruzar la calle”, dice Rico sobre la misión de la iglesia. “Creo que nos hemos equivocado al entretener a la gente en lugar de ofrecer a las familias oportunidades de crecimiento. Hay mucho que hacer, pero todo empieza cruzando la calle de nuestra casa. Ahí es donde está la misión. Ahí es donde empieza”.